Existe un momento en nuestras vidas en que tenemos que escogernos a nosotros mismos por más doloroso que sea. De niños agradamos y obedecemos a nuestros padres. Necesitamos que nos cuiden y amen para vivir. Es nuestro instinto de supervivencia que perdura ya convertidos en adultos. Muchas veces dejamos nuestra individualidad y deseos propios por sentirnos seguros y amados. La escena en donde renunciamos a nuestra fuerza, instinto e individualidad se repite con amigos, parejas, jefes, trabajos y el sistema. La Luna llena en Aries viene a recordarnos que escogerse a uno mismo siempre será doloroso.
Estamos acostumbrados a abandonarnos en el otro, pero ya no. Estamos cansados. Nos escogemos a nosotros mismos. Hasta los tontos tenemos tope. Nos escogemos a nosotros con la consciencia de que toda elección viene con un duelo, pero también una nueva posibilidad. Esta nueva posibilidad es una nueva historia que todavía no está del todo clara y es confusa para nuestra mente.
Sin embargo, nuestro corazón sabe que los tiempos y la marea están cambiando y que tenemos la fuerza para escogernos a nosotros mismos y entregarnos a la profundidad de esa corriente. El ascendente de esta lunación (Piscis) nos invita a dar valor a lo que percibimos y registramos aunque no sea tan claro, aunque sea doloroso.
La Luna en Aries es valiente y se escoge porque siente dolor y a pesar del dolor. Sólo navegando ese sentimiento doloroso y de pérdida podemos perseguir esa promesa de un nuevo comienzo y encuentro con el otro. (Sol en Libra). No a través de la forma vacía, del complacer al otro porque si no que a través de una identidad forjada a fuego. Una identidad que es asertiva y apasionada, que sabe cuándo poner límites y cuándo defenderse sin comprometer los anhelos de su alma. ¿Quién no querría eso? ¡Feliz Luna Llena en Aries!
