Si me preguntarán diría que este eclipse de Luna en Tauro comenzó un poco antes (¿en septiembre?). Durante varias semanas nos han acompañado las sombras y los fantasmas. El espíritu de la naturaleza y nuestros muertos están susurrando en nuestros oídos, ingresando algún recuerdo en nuestra consciencia. Por que este eclipse se trata precisamente de navegar en nuestro inconsciente personal y colectivo e integrarlo a nuestro día a día y consciencia. Cómo es un eclipse con varios planetas en escorpión varios asuntos emocionales y dolores profundos se pueden asomar a nuestra consciencia. Nuestra agresividad mal llevada, nuestra crueldad, nuestra necesidad de control, o al revés todo lo que aceptamos y que internalizamos y no era culpa nuestra. Nuestra propia capacidad de arruinar nuestro camino o el «autosabotaje». Pero diría que es un buen momento para limpiar los lugares más recónditos de nuestra alma. El amor duele. Sentir el corazón duele pero es necesario ver, comprender e integrar esas partes no tan bonitas mías para lograr dejar que el amor nos habite. Los seres humanos somos canales de luz y oscuridad, de amor y maldad y no es tan fácil dejarse habitar por el amor. Digo, es más fácil dejarse llevar por el odio que abrir nuestro corazón y creo que en esta eclipse de Luna en Tauro, llega el rayo de Urano, a quebrar las estructuras de nuestra psiquis. Y tenemos la oportunidad de limpiar aquellos lugares recónditos de nuestra alma y elegir el amor. No sé muy bien que es el amor, no les quiero mentir, pero quizás el amor, tiene que ver con la capacidad de ser compasivos, amables y sensibles con nosotros mismos. Ese es el Nodo Norte en Tauro. El amor rompe todas las maldiciones y hechizos que nos alejan de nuestro ser más autentico. En este eclipse podemos romper con maldiciones y resentimientos y comenzar a ver los primeros rayos de luz del día.
