Si en el relato astrológico, 2020 fue un quiebre de la realidad. El 2021 y 2022 fueron años de ajuste. El 2023 para es un año de trabajar concentrados y con amor en nuestros proyectos y nosotros mismos en esta nueva dirección que hemos encontrado.
Desde la astrología, el año 2023 podemos vivir una nueva realidad, no por arte de magia sino por el trabajo diario de abrir progresivamente nuestro corazón. Es un año que energéticamente invita a practicar la compasión con los otros y con nosotros mismos y a realmente compartir nuestro cariño y amor. El 2023 invita a hacer el trabajo de sanar el corazón.
La primera mitad del año, Júpiter en Aries nos invita a seguir nuestro impulso e instinto, nuevos desafíos, etapas y proyectos. Confiar en nuestro impulso y actuar por instinto son actitudes «bendecidas» por el cielo. En la segunda mitad del 2023, con Jupiter en Tauro, disfrutar el momento, cuidar nuestro cuerpo, enlentecernos, tomarnos una pausa será lo que nos enseñará Júpiter, que nos obligará a entender que el amor, las flores y la vida se resisten a un acercamiento muy intenso.
Por su parte, Saturno, pasará de Acuario a Piscis. Cerramos un ciclo que comenzó en Marzo de 2020 que involucró el distanciamiento social pero un acercamiento con personas con ideales parecidos a nosotros. Saturno es el planeta que dibuja los límites, pide esfuerzo, tiempo y consideración. En el signo de Piscis cuya cualidad energética es espiritual, dual, imaginativa y compasiva pedirá trabajar todos los días la compasión. Con nosotros y con los demás. Esto implica perdonar nuestros errores, ser capaces de sostener nuestra humanidad y sobre todo nuestra sensibilidad y fragilidad. Son tiempos de cultivar empatía y compasión para poder conectarnos de verdad con aquella poderosa magia que es el amor.
Tomar en cuenta nuestras sensibilidades y lugares más tiernos a la hora de vivir nuestra vida será parte de nuestros desafíos. Ya no podemos cercenar nuestros lados más sensibles. Por su parte, Plutón en Acuario encenderá la chispa de un procesos tectónico y subterráneo que implica dejar atrás todo aquello que consideramos fijo y estable en nuestras vidas. ¿Tenemos un apego excesivo a las posesiones materiales(Tauro)?¿A los sentimientos y deseos (Escorpio)?¿A una identidad individual fija(Leo)? ¿O a ideas y principios(Acuario)?
Iniciamos un proceso de transformación de 20 años en la cruz fija de nuestra carta que los eclipses de 2022 y 2023 comenzaron a catalizar. Los últimos eclipses en el eje Tauro-Escorpion ayudarán a esto. El Nodo Norte en Tauro nos ha enseñado mucho sobre lo que implica el amor propio y el disfrute como una practica diaria. Cuando Venus retrograde en Leo, estamos invitados a cuestionar la idea del amor propio y la autoestima. ¿Cómo desplegamos nuestro carisma, magnetismo y luz? ¿Lo usamos verdaderamente?, ¿abrimos nuestro corazón y compartimos desde su resonancia o compartimos para confirmar nuestra imagen? A esto vienen los eclipses en Libra y Aries. A abrirnos la mente y corazón y a enseñarnos que el amor no es forma especifica ni tiene un contrato y quizás tampoco es justo sino que muchas veces toma una forma orgánica, original y propia. Con todo el 2023 viene a plantearnos el desafío de aprender a amar(nos) y si estamos dispuestos a tratar(nos) mejor.