El 2020 fue un año donde se liberó y destruyó – con mucho dolor- gran parte de las formas y estructuras sociales, económicas y personales. Esta debacle es simbolizada en la astrología en la conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio que ocurrió el 12 de enero de 2020.
Durante el 2021, este proceso se profundizó.
A nivel simbólico, el 2021 fue un año donde se terminaron de caer aquellas estructuras que aún – después de tanto duelo- quedaban paradas.
Aprendí – hace muy poco- que los procesos de destrucción, liberación o regeneración son lentos y profundos y no necesariamente responden a conceptos temporales lineales.
Es por esto que en 2021, la fuerza subterránea de Plutón en Capricornio continúo transformando nuestras vidas y sistemas y estructuras colectivas con la ayuda de Saturno en Acuario y Urano en Tauro. El cielo nos ayudó – no sin dolor- a terminar de quebrar ciertas estructuras que nos encadenaban a formas que no nos ayudan a crecer como personas y colectivo. El proceso de escritura de la nueva constitución de Chile, es un ejemplo de esto. El sistema social y económico de nuestro país tenía que colapsar – Estallido Social 2019 – para comenzar un proceso de re-estructuración de los cimientos.
A nivel personal, sin duda, 2021 fue el año donde notamos aquellas cadenas que nos ataban a lugares poco auténticos de nuestro ser (trabajos, relaciones, vínculos familiares, formas de ser, entre otros) y comenzamos a desear y querer romperlas.
2022, es el espacio temporal donde notamos, que necesitamos creer en la magia, cultivar la esperanza, la fe, la compasión, la imaginación para romper nuestras cadenas. No todo es tezón y fuerza. Para transformar nuestras vidas también podemos utilizar elementos de nuestra naturaleza humana como lo son los sueños, la imaginación, nuestros anhelos y sutilezas. Encontré un hermoso ejemplo en la naturaleza sobre lo que se trata el 2022 desde la mirada astrológica:
La canción del Mirlo
Existe un ave llamado “Mirlo”. Esta ave a diferencia de la mayoría de las aves cantoras – cuyos trinos ajustan a patrones de canto más o menos estables- no se conforman con repetir lo que oyen y gustan de explorar las posibilidades de su voz.
Por eso, a diferencia de otras especies, no hay dos mirlos que canten igual. Cada individuo tiene su voz personal, una firma sonora propia. Al igual que el “Mirlo”, este 2022 es una invitación a componer nuestra propia canción luego de años tan duros como el 2020 y el 2021.
Durante la primera parte del 2022, podremos explorar posibilidades. Es tiempo de inspirarse, habitar un espacio más luminoso y esperanzado de nuestra psique sin perder contacto con la realidad. El discernimiento y poder hacer diferencia entre el poder sanador de la imaginación y la nube sin sustancia de las fantasías será fundamental.
¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué siento? ¿Con quién quiero compartir? Son preguntas que podemos utilizar para crear una nueva canción. En Piscis caben y se diluyen todas las formas y posibilidades y los primeros meses del año tendremos mucha energía de Piscis, para emocionarnos e inspirarnos.
Durante el segunda semestre de 2022 podemos elaborar y comunicar sensiblemente nuestros nuevos anhelos. ¿Cómo los comunico? ¿De qué manera los construyó en concordancia con esta nueva realidad? ¿Cuál es el ritmo y letra de mi canción? Son preguntas que nos pueden ayudar en la segunda parte de este proceso creativo.
*Foto: Cristián Pinto
Continuará…